¿Qué es el amianto?

El amianto es el nombre genérico que recibe un mineral fibroso del grupo de minerales metamórficos relacionado con los silicatos. El fibrocemento se origina al unir amianto y cemento. Dicha fusión también puede recibir el nombre de Uralita, la principal empresa que lo comercializó.

Este material fue muy utilizado por la construcción en el siglo XX ya que, es resistente a altas temperaturas y posee buenas capacidades aislantes. Principalmente fue usado en cubiertas para tejados, depósitos de agua, bajantes, chimeneas o maquinaria.

Por último, cabe destacar que el amianto es considerado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como cancerígeno de tipo 1, el más peligroso para el ser humano.

Lo peligroso de las fibras de amianto es el tamaño de estas. Deben ser lo suficiente pequeñas para ser inhaladas y lo bastante grandes para ser exhaladas. El tamaño de las fibras peligrosas es menos de 200 millonésimas de metro de largo y menos de 3 millonésimas de metro de diámetro.

¿Qué hace Amisur?

En Amisur somos especialistas en el proceso de desamiantado, es decir, la retirada, transporte y gestión integral del amianto (asbesto) en España.

Nos encargamos de retirar el amianto en viviendas, comunidades, naves, locales o cualquier instalación; así como de transportar el material hasta el vertedero de residuos peligrosos correspondiente donde es eliminado.

Para la retirada, desmontaje y gestión del amianto, en Amisur, nos regimos por el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, en el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto. Asimismo, la empresa debe estar inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto).

Epi Amianto

¿Puede un particular retirar la uralita?

La respuesta es NO, en este caso la ley es muy clara y establece que para proceder a manipular un material que contiene amianto es necesario estar inscrito en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto, más conocido como RERA.

La uralita es un material presente en muchas construcciones de hogares españoles (y resto del mundo). Al considerarse un material cancerígeno de tipo 1 es sólo cuestión de tiempo de que exista una ley española que obligue a su desmontaje y retirada.

Actualmente, tan solo es obligatorio que se proceda a retirar el material si este ha llegado al final de su vida útil o se ha deteriorado. La vida útil de este material se estima en torno a los 25 años y se hace presente cuando el material comienza a estropearse y comienzan las filtraciones de agua o el material se descompone. Si esto ocurre, el amianto pasa a ser friable y se convierte en aún más nocivo y peligroso ya que las fibras que contiene se esparcen con mayor facilidad.

Cuando el material envejece está prohibido realizar sobre él cualquier tipo de reparación para intentar aumentar su vida útil. Asimismo, la manipulación del material con amianto sin la formación ni el uso de los EPIs adecuados es un gran riesgo para la salud. La retirada de la uralita deberá cumplir unas medidas mínimas para satisfacer el R.D 396/2006, de 31 de marzo, en el cual se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para los trabajadores con riesgo de exposición al amianto.

 

Instalaciones con amianto

El censo de amianto se realiza con el objetivo de identificar y evaluar la presencia de materiales que contienen amianto en edificios y estructuras para garantizar la seguridad de las personas que trabajan o viven en ellos.

Además de realizar el censo de las instalaciones, se realizarán inspecciones de edificios para clasificar la gravedad del amianto encontrado en los edificios.

  1. Identificación de edificios y estructuras: Identificar los edificios y estructuras que son incluidos en el censo. Esto puede incluir edificios de oficinas, escuelas, hospitales, fábricas, entre otros.

  2. Inspección visual: Se debe llevar a cabo una inspección visual de cada edificio o estructura para identificar materiales que contengan amianto. Esto puede incluir la observación de techos, paredes, aislamiento, tuberías y otros elementos de construcción. Dicha inspección debe ser realizada por un/a técnico/a inspector/a de edificios.

  3. Muestreo de materiales: Si no se puede identificar con certeza la presencia de amianto en los materiales, se debe realizar un muestreo y análisis de los mismos para confirmar su presencia a través de un laboratorio homologado.

  4. Evaluación del riesgo: Una vez identificados los materiales que contienen amianto, se debe evaluar el riesgo que representan para la salud de las personas que trabajan o habitan en el edificio. Esto puede incluir el grado de deterioro de los materiales, la cantidad y ubicación de los mismos, entre otros factores. Además, debemos identificar si se trata de amianto friable o no friable.

  5. Documentación: Se debe documentar toda la información recopilada durante el censo, incluyendo la ubicación de los materiales que contienen amianto, su estado de conservación y cualquier otra información relevante.

  6. Planificación de la gestión del amianto: Con base en los resultados del censo, se debe desarrollar un plan de gestión del amianto para garantizar la seguridad de las personas que trabajan o viven en el edificio. Esto puede incluir la eliminación de los materiales que contienen amianto, la implementación de medidas de control y la formación de las personas que trabajan en el edificio sobre los riesgos del amianto y cómo manejarlo de manera segura.

Es importante tener en cuenta que la identificación de amianto en instalaciones debe ser llevada a cabo por profesionales capacitados y con experiencia en la identificación y evaluación de materiales que contienen amianto. Además, se deben seguir las normativas aplicables en cuanto al manejo del amianto.