Vertedero ilegal de amianto

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Los vertidos de amianto en vía pública y en la naturaleza son sancionables e ilegales. Esto es debido a su peligrosidad y graves consecuencias que pueden tener tanto para las personas como a nivel medioambiental.

Estos vertederos ilegales se encuentran por todo el territorio español: en polígonos industriales, espacios naturales, escombreras cerca de la población, etc. Estos lugares nacen principalmente por la irresponsabilidad de las personas. Con esta acción ponen en riesgo a otras personas o animales que puedan encontrarse cerca de los vertidos.

Las multas y denuncias por verter amianto se basan normalmente en:

  • Incumplimiento de la ley de residuos.
  • Delito por deterioro medioambiental.
  • Fraude (en el caso de falsas empresas). Estas empresas al no encontrarse homologadas no tienen acceso a ningún punto de eliminación de amianto, así que optan por deshacerse de los residuos de forma ilegal.

Las cuantías de estas sanciones van en función de la gravedad de la infracción.

¿Por qué es tan peligroso cuando el asbesto entra al medio ambiente?

Si las fibras de amianto se liberan en la naturaleza debido a una incorrecta manipulación y gestión se convierten en un contaminante nocivo pasando a la atmósfera, al suelo y al agua.  Las fibras de asbesto no se evaporan en el aire ni se disuelven en el agua, son de pequeño diámetro y pueden permanecer suspendidas en el aire por largo tiempo, pudiendo recorrer grandes distancias por el viento y el agua antes de depositarse. 

Vertederos autorizados para residuos de amianto

La gestión de los residuos conlleva una serie de pasos como son la recogida, el almacenamiento, el transporte, el tratamiento final y la eliminación de los residuos además de la correcta vigilancia de estos lugares.  

Tras la recogida, que es el proceso de reunir todos los residuos para poder gestionarlos, llega el almacenado. Un buen almacenado temporal (un máximo de 6 meses) debe ir enfocado a garantizar los siguientes aspectos:

  • Separación adecuada de los residuos, garantizando que no se mezclen los residuos de amianto con otras sustancias, materiales o residuos.
  • Diferenciación de la zona de almacenamiento temporal del resto de la instalación.
  • Cumplir con los requisitos de seguridad e higiene para los operarios.
  • Garantizar que la zona de depósito sea accesible, en especial para los vehículos que retiran los residuos.

Los residuos con amianto se almacenarán temporalmente hasta su recogida por un gestor autorizado. El tiempo máximo de almacenamiento temporal de los residuos amianto es de seis meses. Un ejemplo de cómo funciona un gestor de residuos puede ser el de Planta Lola.

Por último, llegaría el tratamiento final en un vertedero autorizado. Se entiende por vertedero, la instalación donde se eliminará mediante un depósito subterráneo los residuos de amianto.