El oscuro recorrido de la empresa Uralita

En España, las décadas de los 60 y los 70 son consideradas como aquellas en las que el amianto ha recibido un mayor uso. La preponderancia de una empresa española en esta industria provocó que su nombre se convirtiese en genérico a la hora de designar a este material: Uralita S.A. 

De todo el tiempo en el que el amianto fue potencialmente utilizado, los años que van desde 1965 hasta 1995 son aquellos en los que más amianto se importó, habiéndose publicado ya en esas fechas estudios suficientes sobre la peligrosidad que suponía este material para la salud de las personas. Es más, tomando el periodo 1947-1985, los datos afirman que el 77% de toda la importación realizada en España en esos años corresponde al sector del fibrocemento y que en el mismo periodo más del 40% de toda la actividad con amianto ha sido dominada por Uralita. 

La historia de Uralita S.A. comienza en 1907, año en el que se creó una empresa llamada Roviralta en la ciudad catalana de Cerdanyola. En 1920 esta empresa pasó a denominarse Uralita S.A. y desde esa fecha se comenzó a introducir en España el fibrocemento. En los años 50, la empresa Eternit (principal multinacional del fibrocemento a nivel mundial) entra en el accionariado de Uralita. Posteriormente, en los años 70 es la familia March la que se constituye como la principal accionista. Es más, el jefe del clan, Juan March, estaba considerado en 1962 (año en el que falleció) como la séptima fortuna del mundo, siendo estos años aquellos en los que la producción alcanzó sus mayores cifras, llegando a tener el grupo más de 5.000 trabajadores. 

En el año 1992 la familia March vende su parte del accionariado y, poco a poco, el grupo Nefinsa S.A., de la familia Serratosa, comienza a controlar, cada vez más, Uralita. En 2002 el amianto es prohibido oficialmente en España y desde entonces Uralita ha tratado de borrar la negra historia del amianto que la ha perseguido, aunque sus esfuerzos no hayan dado sus frutos. 

Desde 2015, Uralita S.A. cambia su denominación social por la de Coemac, Corporación Empresarial de Materiales de Construcción. Con esto, Uralita trata de romper toda relación posible con su pasado. El negocio sigue centrado en materiales de construcción, pero sin amianto, evidentemente. Sin embargo, este cambio no evita que se enfrente constantemente a demandas de antiguos trabajadores e, incluso, de las familias de los fallecidos, por enfermedades derivadas del amianto. Uralita (Coemac) trata siempre de agotar todos los recursos legales que están en su mano para poder evitar o alargar el pago de indemnizaciones a los afectados, representando esto la prioridad de los intereses monetarios de la empresa antes que de la salud o el bienestar de sus antiguos trabajadores o familiares.