¿Qué tienen en común el tabaco y el amianto?

La Asamblea Mundial de la Salud nombró el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco en el año 1987, y desde entonces, se celebra para concienciar a la población mundial sobre los peligros que supone el consumo de tabaco. Constantemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza diversas actividades para luchar contra la epidemia de tabaquismo con la finalidad de conseguir cuidar la salud y mantener una vida saludable de las personas presentes y futuras. Y es que el consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria, tal y como informa la OMS.
Esto se debe a que el tabaco es uno de los carcinógenos más peligrosos para el ser humano provocando el origen del 70% de los cánceres de pulmón y el 22% de las muertes por cáncer. Además, según los últimos datos ofrecidos por la OMS, el tabaco causa otro tipo de consecuencias negativas:
- Para la fabricación de los cigarrillos es necesario cortar 600 millones de árboles.
- El consumo de tabaco produce 84 millones de toneladas métricas de CO2 en la atmósfera, incrementando así la temperatura del planeta.
- 22 millones de litros de agua son utilizados para elaborar los cigarrillos.
En definitiva, el tabaco no solo causa efectos perjudiciales para la salud de las personas sino que también lo hace para el medioambiente. Por lo que, el tabaco mata cada año a más de 8 millones de personas en el mundo y destruye cada vez más el entorno que nos rodea, agravando la escasez de recursos primarios y rompiendo la vida normal de los ecosistemas.
El tabaco y el amianto juntos multiplican por 50 el cáncer
Asimismo, el amianto es otro de los principales agentes carcinógenos reconocidos por la OMS desde el año 1977 debido a su peligrosidad de producir diversas enfermedades cancerígenas tras su exposición. Además, el amianto causa mayor riesgo cardiovascular debido a la posibilidad de almacenar fibras en las arterias, pudiendo originar paradas cardíacas. Por ello, la importancia de retirar todo aquel material existente de asbestos en las edificaciones, algo que viene dado desde el 2002 cuando se prohibió en España su uso y comercialización en el sector de la construcción.
Además, según la Consejería de Sanidad de Castilla y León el riesgo de presentar cáncer se multiplica por cincuenta si las personas fuman y están expuestas al amianto. Este sería el caso de los trabajadores fumadores que manipulan dicho material, aumentando el desarrollo del mesotelioma y otro tipo de cánceres más mortíferos como es el cáncer de pulmón.
De este modo, se pueden definir diferentes similitudes entre el tabaco y el amianto:
- Ambos están reconocidos como agentes cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud.
- Los dos originan la enfermedad del cáncer, principalmente cáncer de pulmón.
- Tanto el tabaco como el amianto son los causantes de las mayores muertes por cáncer. Tal y como declara la OMS, el amianto provoca el 64% de los cánceres laborales.
- Uno y otro tienen efectos adversos para el medioambiente, reduciendo la calidad del aire y los entornos libres de residuos.
Por tanto, la salud de las personas y la sostenibilidad del medioambiente debe estar protegido frente al tabaco y el amianto para velar por la calidad de vida tanto de la población como del planeta Tierra.