6 pasos para saber si mi colegio tiene amianto

¿Quieres saber si tu colegio posee amianto?

El amianto se encuentra en numerosos edificios, como por ejemplo en centros educativos. Hace un par de años, el Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría (AEP) estimaba que alrededor de un millón de menores estudiaban en un colegio con amianto. La principal preocupación surge de la cantidad de horas semanales que pasan los niños en estas instalaciones, ya que la principal probabilidad de contraer una enfermedad provocada por amianto viene de la exposición. 

El año de construcción del centro educativo.

Existe una horquilla de años en los que el amianto fue más utilizado en España. En la segunda mitad del siglo XX por ejemplo, el amianto era un material clave para la construcción de los edificios tanto residenciales como públicos.

Lugares visibles.

La presencia de fibrocemento puede encontrarse en lugares visibles como puertas o cubiertas, siendo esto una evidencia, pero también en otros lugares.

Sistemas contraincendios.

Si existen sistemas contraincendios como puertas, seguramente estas estén compuestas de asbestos.

Aislamiento.

El amianto es un material aislante, por lo que se utilizaba en construcciones para aislar del frío o del calor.

Sistemas de aire acondicionado o calefacción central.

Si el centro dispone de aire centralizado o calefacción central, es probable que contenga amianto ya que fue muy utilizado en estas instalaciones durante las últimas décadas del siglo XX.

Tipo de suelo.

Es uno de los lugares donde más sorprende encontrar amianto, pero los suelos vinílicos se fabricaban con amianto y fueron utilizados principalmente en la década de los 60, 70 u 80.

Si seguimos estas pautas y comprobamos que todas las hipótesis se cumplen, la probabilidad de que el centro educativo posea amianto es bastante alta. Tras esto, debemos contactar con una empresa especializada y homologada para la manipulación del amianto. Además, conviene llevar a cabo la retirada del material en periodo no lectivo, evitando así la exposición al amianto.