El mesotelioma maligno

El mesotelioma es una de las enfermedades más comunes provocadas por el asbesto. Consiste en un cáncer del revestimiento de las cavidades pleural y peritoneal, es decir, perjudica el revestimiento del pulmón o pleura. Su causa reside en una exposición prolongada al amianto, especialmente a la variedad de anfíbol, pero también es posible que una exposición corta a este material lo cause. Se trata de una enfermedad irreversible, con una supervivencia media de las personas que lo contraen de entre 6 y 12 meses.
El mesotelioma puede afectar a varias zonas como a la pleura (en los pulmones) y al peritoneo (en el tejido del abdomen), tal y como se ha mencionado; así como al pericardio (afecta al tejido que rodea al corazón). No obstante, la localización pleural suele ser la más común, ya que la peritoneal requiere una exposición mayor al amianto. Asimismo, tal y como afirma el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “el mesotelioma pleural se asocia a asbestosis en un 25% de los casos, mientras que el mesotelioma peritoneal se asocia frecuentemente a la asbestosis, debido en estos casos a exposiciones intensas al amianto”.
El periodo de latencia de este tipo de enfermedad es también bastante extenso: puede variar de entre los 15 años tras la exposición hasta los 50 años.

Síntomas del mesotelioma maligno
Entre las señales que podemos hallar tras la aparición del mesotelioma encontramos que varían en función del tipo de mesotelioma del que se trate. Por ello, si consiste en un mesotelioma pleural los síntomas serán:
- Dolor en el pecho.
- Tos dolorosa.
- Bultos debajo de la piel del pecho.
- Pérdida del apetito y, por ende, pérdida de peso.
- Disnea (dificultad para respirar).
Asimismo, el mesotelioma pleural puede generar otras complicaciones a medida que se propaga, como son:
- Dificultad al tragar.
- Falta de aliento.
- Dolor provocado por la presión sobre los nervios y la médula espinal.
- Derrame pleural (acumulación de líquido en el tórax), lo cual puede comprimir el pulmón cercano y dificultar aún más la respiración.
Por su parte, el mesotelioma peritoneal produce los siguientes síntomas:
- Dolor e hinchazón abdominal.
- Náuseas.
- Pérdida de peso.
Al igual que ocurre con la asbestosis, los profesionales con más riesgo de contraer un mesotelioma son aquellos que han tenido más contacto directo con el amianto: trabajadores de astilleros, de demolición, mecánicos de frenos o mineros de asbesto; entre otros. El mesotelioma maligno ha provocado, y sigue provocando, miles de muertes. Los estudios reflejan que, en España, entre 2011 y 2015 murieron 1.284 personas, lo cual supone 257 por año. Por su parte, tan solo en el año 2016 murieron en todo el mundo 30.208 personas. Todos estos fallecidos, junto a los provocados por otras enfermedades del amianto, se constituyen como los “olvidados del amianto”. Es decir, son trabajadores a los cuales no se les reconoció como enfermedad profesional y que, por tanto, no han recibido las ayudas, la justicia y el reconocimiento suficiente.