El amianto en la industria ferroviaria española

Durante el siglo XX fueron muchas las industrias que hicieron un uso descontrolado de este material. Entre las más conocidas por uso se encuentran la industria de la construcción y la industria naval donde le dieron a este material diversas aplicaciones. Asimismo, la industria ferroviaria fue la otra gran industria en la que se usó el amianto, lo cual ha traído graves consecuencias a la realidad actual. 

Durante años, el amianto fue utilizado para la construcción de vagones de trenes, lo cual ha derivado en que en la actualidad siga habiendo personas expuestas a este material. Concretamente, los trabajadores dedicados a la reparación y al mantenimiento de estas instalaciones, ya que, según las empresas ferroviarias, no tiene efectos nocivos en los pasajeros. 

 

Metro Madrid

Una de las empresas que se han visto potencialmente involucradas en el problema del amianto es Metro Madrid. Esta empresa localizó amianto en más de 13 elementos de los trenes que circulaban: arandelas, placas de aislamiento, fusibles o juntas, entre otros. Concretamente en los modelos 2000 y 5000, que son los más antiguos de la red. Es más, la empresa era consciente de la presencia de amianto en las instalaciones gracias a un informe realizado en 2003. No obstante, no fue hasta 2017 cuando los trabajadores cambiaron su rutina de trabajo para protegerse de este material, por lo que durante 14 años la empresa les estuvo ocultando esta información. Actualmente, Metro Madrid se encuentra en un proceso de desamiantado de sus trenes y estaciones. Dicho proceso, en el que se han invertido 140 millones de euros, se prolongará hasta 2025. 

 

Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF)

Otra empresa en la que también ha habido casos de trabajadores con patologías provocadas por el amianto es en las plantas de Zaragoza y Beasain de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). En dicha empresa, las fibras de amianto le han costado la vida a más de medio centenar de trabajadores, concretamente las fibras de amianto azul (variante considerada como la más nociva). Los trabajadores fabricaban los llamados ‘ochomiles’, que eran unos coches camas que elaboraban para Renfe. En este caso, el mineral se utilizaba como aislante entre la chapa y el interior de los vagones. Además, trabajaban en espacios cerrados y sin las protecciones necesarias, por lo que la exposición era descontrolada ve intensificada. 

 

El sector ferroviario en España

Sin embargo, no se trata de un problema concreto en ciertas empresas, sino que todos los trabajadores ferroviarios españoles se han visto implicados. Por ejemplo, en 2019 se convocó una huelga de todos los trabajadores del sector ferroviario en España, mediante la cual se realizó un manifiesto. Dicho manifiesto exigía un Fondo de Compensación para los afectados y sus familiares, además financiación para la investigación médica. Este manifiesto fue realizado junto a asociaciones de víctimas y afectados por el amianto, así como asociaciones médicas españolas. 

En España, el uso de amianto en el sector ferroviario ha tenido especial incidencia en provincias como Barcelona, Zaragoza, Valladolid, Valencia, Málaga o Córdoba, entre otras. Debido a los largos periodos de latencia, la Comisión Europea señala que para 2030 hasta casi medio millón de personas morirán por enfermedades causadas por el amianto. Esto es considerado por expertos y asociaciones como la “pandemia silenciosa” debido a su poca repercusión en los medios de comunicación y a la falta de conciencia social.