¿Existe amianto en los circuitos de carreras?

El amianto es un material muy utilizado en varios sectores, principalmente en la construcción del siglo XX, aunque también se usó para elaborar telas o proteger elementos del calor. ¿Es posible encontrar asbesto en los circuitos de carreras?
A pesar de que el amianto fue prohibido en 2002, aun queda mucho por eliminar en lugares que visitamos a diario.
Una de las cualidades más destacables del amianto es su gran capacidad de resistencia al calor además de considerarse un buen aislante. Por este motivo, se ha utilizado para fabricar pastillas de freno, que alcanzaban una elevada temperatura debido a la fricción a la que se sometían. Las almohadillas se conservaban mejor con la protección que ofrecía el amianto.
Otro lugar, relacionado con la automoción, donde podemos encontrar este mineral es en los trajes de pilotos de carreras. El amianto en un mineral fibroso. A lo largo de la historia, se han tejido numerosas telas para fabricar, entre otros, estos monos que utilizaban los pilotos. Uno de los casos más conocidos es el de Steve Mcqueen, actor aficionado a los coches de carreras que usaba monos para pilotar a menudo. A la edad de 50 años, Steve McQueen falleció mientras padecía un mesotelioma pleural maligno.
¿Hay amianto en el circuito de Jerez?
En España contamos con numerosos autódromos. Entre los más importantes está el circuito de Jerez – Ángel Nieto en la provincia de Cádiz. Este cuenta con una superficie cercana a los 4.500 metros de longitud y se inauguró en 1985, celebrando en abril de 1986 el primer Gran Premio de F1. Desde 1991, la sede española del Gran Premio de España en F1 es el Circuito de Montmeló.
Hasta el día de hoy no se ha encontrado evidencia alguna de que en el circuito de Jerez – Ángel Nieto haya elementos con amianto. Debido a que su construcción fue en 1985, y que los años de mayor auge del fibrocemento con amianto en dicho sector en España estuvieron comprendidos entre los años 1965 y 1984, el circuito de Jerez quedaría exento por poco, aunque, recomendamos realizar una inspección según la norma UNE 171370-2/2021. Haciendo hincapié en puertas cortafuegos, tuberías y cubiertas.
¿Hay amianto en el interior de los vehículos?
Además, el propietario de un Armstrong Siddeley fabricado en 1936, en pleno proceso de restauración sospechó de la existencia de amianto en distintos elementos del vehículo, confirmándose sus sospechas y teniendo que eliminar el material cancerígeno mediante la contratación de una empresa especializada. Estos elementos contaminados parecían extenderse a lo largo de cualquier vehículo fabricado antes de la Segunda Guerra Mundial. En este caso, el material se usaba para amortiguar el ruido producido por el vehículo y proteger a los ocupantes de posibles incendios.