Asbest, la ciudad Rusa del amianto

El amianto o asbesto no es solo un mineral peligroso, en Rusia, por ejemplo, existe la ciudad de Asbest. Una ciudad en el oblast de Sverdlosk, situada en las laderas de los Montes Urales. Actualmente cuenta con una población de 64.000 habitantes, muy lejos de los 85.000 habitantes de 1989. El nombre de la ciudad, como podréis adivinar, proviene de su industria del asbesto.
Asbest es una gran ciudad industrial, siendo la mina de amianto el motor principal de la economía. Esta mina de crisotilo lleva siendo durante años foco de investigaciones científicas centradas en el impacto perjudicial para la salud de los trabajadores y habitantes de Asbest. Se conoce que dicha mina a cielo abierto, totalmente adyacente a la ciudad, es la más grande del mundo en la extracción de este material cancerígeno, siendo su magnitud de unos 11 km de largo, 2,5 km de ancho y más de 300 metros de profundidad. La empresa “Uralasbest” es la gran protagonista de la ciudad en cuanto a la explotación de la mina se refiere.
La ciudad contó con campos de concentración durante la II Segunda Guerra Mundial y posteriormente con campos de prisioneros desde 1950 hasta 1954, donde pasaron hasta 8.000 reclusos. Los prisioneros en ambas ocasiones eran obligados a trabajar en la industria local del amianto, llegando a fallecer cerca de 15.000 personas entre las condiciones y las enfermedades relacionadas con el asbesto.
El amianto, una condena para los ciudadanos de Asbest.
Se han realizado numerosas investigaciones en la ciudad para estudiar el impacto negativo que ha tenido el mineral en la población. Por ejemplo, durante el periodo comprendido entre 1997 y 2010 se compararon datos de distintas enfermedades entre otras ciudades de la región de Sverdlosk y la propia Asbest. La mortalidad por cáncer en Asbest fue un 18% superior en hombres y un 21% en mujeres. En cuanto a enfermedades respiratorias y digestivas, Asbest presentó de media un 30% más de afecciones que sus vecinos de la región.
Por otra parte, los tipos de cáncer más frecuentes para los hombres de la ciudad fueron el cáncer de esófago, de pulmón y del tracto urinario. Mientras que para las mujeres, los cánceres más frecuentes resultaron ser el de estómago, colon, pulmón y mama. En ambos casos, para hombres y mujeres, esta enfermedad se desarrolló y tuvo una mortalidad mayor en la ciudad del amianto que en las otras ciudades de Sverdlosk donde se realizaron los estudios.
Hubo otro estudio realizado a trabajadores de la mina y que estuviesen al menos un año de empleo entre 1975 y 2010. La muestra fue 35.837 personas que trabajasen en la mina o actividades relacionadas con ella como las fábricas de enriquecimiento, el transporte, el laboratorio central o la unidad de explosivos. En 2015, al terminar y analizar los resultados del estudio, 12.729 personas de la muestra inicial ya habían fallecido, de los cuales 2373 fueron a causa de cáncer. La edad media de fallecidos de los trabajadores fue de 59,4 años en los hombres y de 66,5 años en mujeres.
Futuro del amianto en Rusia
La importancia y normalidad con la que es tratado este mineral no es solo común en Asbest, sino que se expande por todo el territorio ruso.
Tras la prohibición por parte de Canadá y el cierre de su última mina de amianto en 2012, Rusia cogió el testigo, convirtiéndose en el mayor productor de amianto de todo el planeta. Cuenta con una producción anual de alrededor de 700.000 millones de toneladas métricas en 2021 por un valor de 180 millones de dólares. Sus principales clientes son India, China e Indonesia.
Actualmente siguen existiendo empresas y ciudades rusas que dependen de la extracción y manipulación del amianto, por lo que el rechazo internacional hacia el asbesto por parte de cada vez más países está causando una incertidumbre social y económica. Una incertidumbre que parece que no tiene un final cercano.