El amianto en Canadá

Desde octubre de 2020 la ciudad de Asbests, en Canadá, ya es oficialmente Val-des-Sources después de que los habitantes de este pueblo votasen para eliminar de forma definitiva el nombre que tanta mala suerte les había traído. Cabe destacar que no es la única ciudad en el mundo con este nombre, sino que en Rusia tambien existe una ciudad llamada Asbest por el mismo motivo. 

La denominación de Val-des-Sources, que se traduce como Valle de las Fuentes, era uno de los cinco posibles nombres entre los que podían elegir los habitantes de la localidad, situada a unos 160 kilómetros de Montreal.

Canadá desmonta la peligrosidad del amianto

A pesar de que el peligro que podía causar el amianto es algo que hemos sabido desde hace siglos, Canadá se resistió durante décadas a limitar la producción del mineral por la importancia económica que este tenía. Esto es debido a que en este país se encuentra la mayor mina de asbestos del mundo. Esta mina llamada Jeffrey situada en la ciudad Asbest, cuenta con dos kilómetros de diámetro y estuvo operativa hasta 2012. A día de hoy los alrededores de la mina son utilizados turísticamente gracias a sus preciosas vistas, y debido a su reciente cambio de nombre a la ciudad son muchos los turistas que optan por visitar la ciudad y disfrutar de todas las actividades que ofrece.

Por otra parte la tardía prohibición del asbesto en Canadá, como se ha mencionado anteriormente, era debido a la gran cantidad de dinero que aportaba al país, por ello existieron varias organizaciones que lucharon por demostrar que este material era seguro de utilizar. Una de ellas fue la Asociación de Industrias Mineras de Quebec (QAMA), era una organización totalmente controlada y financiada por la industria del asbesto. En 1965 este organismo buscaba una alianza con alguna universidad, como McGill (Montreal), y así obtener respaldo académico con autoridad. Tras conseguir esta alianza, fue el Doctor J. Corbett McDonald, un médico de origen inglés, que se encontraba en el departamento de Epidemiología de esta universidad, quien realizó un estudio con los mineros de asbestos en Canadá tras recibir un millón de dólares de parte del Instituto de Salud Ocupacional y Ambiental, que a su vez este instituto había recibido dos millones de dólares por parte de la industria del asbesto.

Este informe añade un sesgo de incertidumbre científica hacía la relación de los trabajadores con las enfermedades que estos contraían tras su exposición al asbesto. Pero los datos con los que el doctor elaboró sus conclusiones nunca han estado disponibles al público, y ningún científico los ha avalado.

Tras esto, con el paso de los años, los ciudadanos se fueron concienciando del peligro de este material y la prohibición del asbesto en casi todos los países del mundo llevaron a la prohibición del asbesto totalmente en el país en 2018.