El Instituto de Investigación de Enfermedades del Asbestos

Australia estuvo durante el siglo XX entre los mayores consumidores de asbestos a nivel mundial. Esto se produjo por la gran industria minera de amianto y el uso que recibía este mineral de forma indiscriminada para la fabricación de productos y materiales para la construcción. En Australia, el amianto se prohibió en 2004, aunque las estructuras, objetos y residuos con amianto están presentes por todo su territorio a día de hoy.
El uso de todo este material con amianto desató una ola de enfermedades relacionadas con él. Es en ese momento cuando nace ADRI (Asbestos Diseases Research Institute o, en español, el Instituto de Investigación de Enfermedades del Asbestos). Este fue creado en el Centro Bernie Banton en Sydney, y contaba con unas instalaciones creadas específicamente para enfrentar los peligros que provoca el asbestos en la salud pública.
En el país oceánico, desde 1980, casi 20.000 personas han sido diagnosticadas con mesotelioma maligno, una enfermedad sin cura y con unos tratamientos muy limitados que apenas consiguen alargar la vida del paciente entre los nueve y doce meses.
No es solo el mesotelioma la enfermedad que cientos de australianos desarrollan cada año, desde el siglo XX decenas de miles de personas han contraido otras enfermedades provocadas por la inhalación de fibras de asbestos como son la asbestosis o el cáncer de pulmón.
En respuesta a esta problemática, y con la colaboración de diferentes médicos y servicios sanitarios, el objetivo de ADRI se convirtió en salvar vidas a través de programas que desarrollaban minuciosas investigaciones, concentrando la mayor parte de los esfuerzos en las áreas de “investigación en laboratorios”, “ciencias clínicas”, “prevención” y “salud pública”.
Con el paso del tiempo, ADRI ha conseguido ser el mejor equipo en el desarrollo de diagnósticos preventivos y comprensión del mesotelioma, logrando alargar la vida de los afectados por esta enfermedad. Además, se realizan inversiones en prevención y comunicación para que públicamente se conozcan los peligros de estar expuestos a las fibras de amianto. Su enfoque en la prevención y la salud pública incluye el apoyo a los pacientes, la visibilidad y una mayor conciencia para prevenir la exposición futura al asbesto en el lugar de trabajo, los sitios públicos y el hogar. Considerados internacionalmente como un líder en su campo de investigación, ADRI contribuye a la evaluación de la carga mundial de enfermedades relacionadas con el asbestos y aboga por una prohibición internacional con un enfoque principal en la prevención de enfermedades en los países en desarrollo. Desde el Instituto de Investigación de Enfermedades del Asbestos, afirman que mientras siga existiendo amianto entre la población, ellos seguirán invirtiendo y luchando por entender y buscar una cura tanto para el mesotelioma como para otras enfermedades relacionadas con el cancerígeno mineral.
Investigaciones en desarrollo
ADRI está llevando a cabo investigaciones biomédicas (preclínicas), clínicas y de salud pública sobre enfermedades relacionadas con el amianto, con hallazgos que permiten mejorar los métodos de prevención, diagnóstico, procedimientos terapéuticos y tratamientos.
Con estas investigaciones se busca conocer cómo y cuáles son las causas del mesotelioma y otras enfermedades relacionadas con el amianto, su impacto, una forma de detección temprana, un banco de datos y apoyo al paciente, entre otras.
La Fundación para la Investigación de Enfermedades del Asbestos
En 2006 se creó la ADRF o la Fundación para la Investigación de Enfermedades del Asbesto, una organización benéfica sin ánimo de lucro dedicada a ayudar y apoyar los esfuerzos de investigación sobre el asbestos y otras enfermedades relacionadas con el amianto. La Fundación se estableció y opera desde el Instituto de Investigación de Enfermedades del Asbesto, ayudando a ADRI mediante apoyo financiero de empresas y particulares, entre otros.
Los objetivos principales de ADRF son:
- Promover, patrocinar y facilitar la investigación y la prestación de atención médica para víctimas del amianto.
- Proporcionar liderazgo y excelencia en las actividades de investigación de enfermedades relacionadas con el amianto.
- Promover el conocimiento de las circunstancias especiales que experimentan las personas expuestas al amianto.
- Promover, patrocinar y facilitar la educación y la formación sobre enfermedades relacionadas con el amianto.
- Aumentar el conocimiento de la medicina y la ciencia mediante la promoción de investigaciones en el campo de las enfermedades relacionadas con el amianto.
- Lograr una mejor comprensión de la naturaleza y las causas de las enfermedades y afecciones humanas relacionadas con el amianto.
- Mejorar los métodos de prevención, diagnóstico y tratamiento de esas enfermedades y padecimientos.
- Siempre que sea posible, aplicar su investigación al desarrollo de productos y tratamientos relevantes; estrategias y prácticas preventivas; y programas y materiales educativos sobre enfermedades relacionadas con el asbesto.